ISSN -L1794-9831 E-ISSN 2322-7028
Vol. 20 Nº3 Sep - Dic 2023 Cúcuta, Colombia
Autor de correspondencia*
1* PhD En Bioética, MSc En Dirección De Proyectos, Especialista En Gerencia En Servicios De Salud, Especialista En Gestión En Salud, Especialista En Práctica Pedagógica Universitaria, Directora Programa De Enfermería. Directora Grupo de Investigación GINCUS, gloriabautista@ufps.edu.co, https://orcid.org/0000-0002-0551-4110 Universidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta, Colombia.
© Universidad Francisco de Paula Santander. Este es un artículo
bajo la licencia CC-BY-NC-ND
La enfermería no es una disciplina jóven, a lo largo del tiempo (siglos y décadas) se ha venido consolidando como un conjunto de saberes, modelos conceptuales, teorías, procesos, procedimientos y prácticas; que gra-cias a la investigación han permitido el progreso del conocimiento y su desarrollo como ciencia.
La práctica en enfermería desde sus inicios se ha carac-terizado por ser arquetípica del deber, de la defensa de los legítimos derechos del paciente, de una actuación basada en la moralidad, y el reconocimiento de valo-res comunes, amparados en principios éticos. Aspectos que desde la deontología profesional, permiten delinear el comportamiento, la práctica y la interacción del en-fermero con los sujetos de cuidado, al amparo de los marcos legales vigentes en la profesión.
En este punto se puede afirmar, que existe todo un tra-bajo desarrollado a lo largo de la historia evolutiva de la enfermería y su crecimiento. Aspecto que es incues-tionable, además de ser significativos los aportes de la profesión al desarrollo del cuidado en el mundo. Lo-gros tan importantes se traducen en marcos normativos ambiciosos, que a nivel mundial se vienen gestando, como la propuesta de opinión consultiva solicitada por el gobierno de Argentina ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre el derecho al cuidado y su interrelación con otros derechos (1).
Hasta aquí podemos afirmar, que el profesional de en-fermería ha salido airoso ante los retos que la sociedad le impone a la profesión, gracias a ese núcleo de cono-cimientos que se ha venido consolidando en el tiempo, fortalecimiento en el cual la academia ha tenido un pa-pel preponderante.
En este sentido, no se puede desconocer el impacto que los avances tecno-científicos, las biociencias, además de la incursión de nuevas disciplinas y conocimien-tos; han generado en torno a la responsabilidad de la academia en la formación profesional del enfermero. Este mandato social, hace de enfermería una profesión, signada por diferentes atributos esperados, como la humanización, la calidad, la técnica, la ética, y cono-cimientos científicos; destinados a la atención de las respuestas humanas en los sujetos de cuidado.
Ante tal panorama, surgen paradigmas emergentes que las tecno-ciencias y las biotecnologías han introducido y que inciden de manera significativa en la forma en que se brindan los cuidados, paradigmas que en mu-chas oportunidades se traducen en dilemas, tensiones y conflictos, que se reflejan en la toma de decisiones, actitudes, y comportamientos del profesional de enfer-mería.
Desde esta perspectiva emerge la bioética en las cien-cias de la salud, para enfermería toma especial relevan-cia años después del surgimiento de esta. La bioética a diferencia de la enfermería, no es una disciplina unívo-ca y unificada. Una diferencia con la enfermería, se re-laciona con el consenso, en torno a que la bioética es un campo de conocimientos (2) con enfoques inter, multi y transdisciplinares, que regulan las intervenciones hu-manas según valores morales, enfocados a preservar la dignidad humana, los derechos fundamentales de las personas y el medio ambiente; sin que ello signifique estar en contra de la ciencia ni de la tecnología, sino que pretende un manejo responsable de estos temas (3-5).
Para la Universidad del Estado de Michigan, el concep-to de bioética es un término con dos partes, y cada una de ellas necesita explicación. En su concepto, la “ética” se refiere a la identificación, estudio y resolución o mi-tigación de conflictos entre valores u objetivos en com-petencia, es decir, resolver la pregunta: ¿qué debemos hacer, considerando todas las cosas? Por su parte, el “bio”, sitúa la cuestión ética en un contexto particular de la vida. De allí que “comúnmente”, se infiera que la bioética se refiere a las implicaciones y aplicaciones éticas de las ciencias de la vida relacionadas con la sa-lud (6).
Estas implicaciones pueden recorrer y dar lugar a dile-mas científicos clásicos, (como el uso de transfusiones sanguíneas en los testigos de Jehová), otros de mayor complejidad como los derivados de la genómica, (una de las tecno ciencias con mayor desarrollo y que ma-yores dilemas bioéticos está generando), en gran parte porque varias de las estrategias de la genómica, se implementan a nivel global en el cumplimiento de los objetivos enunciados por la OMS, que incluyen: la pesquisa neonatal de enfermedades congénitas, las pruebas genéticas diagnósticas, las pruebas genéticas predictivas, la predicción de respuestas a determina-dos fármacos o farmacogenética, la pesquisa prenatal de anomalías cromosómicas durante la gestación, el diagnóstico genético prenatal, el asesoramiento gené-tico y el tratamiento de enfermedades genéticas, (por citar, solo algunos de estos nuevos dilemas) (7).
Sobre el particular, muchas voces desde la bioética se han pronunciado sobre el tema subyacente, como lo es el uso excesivo de la genómica en la predicción de enfermedades y desviaciones de la conducta; que sue-len ser demasiado simplistas y basadas en conceptos reduccionistas que no tienen en cuenta la interacción de los genes con el medio ambiente. Con esto se advierte que estamos asistiendo a una medicalización y geneti-zación de la vida y la salud, que son muy perniciosas para la ciencia misma y la humanidad. Es necesaria una concepción bio-psico-social más equilibrada de la na-turaleza humana, con reconocimiento de la importan-cia de lo ambiental y social, para aprovechar en forma ética el desarrollo de la ciencia genómica en torno al bienestar y la salud humanas (7).
Por otra parte, hoy más que nunca, es imperativo para los formadores de personal en salud y en este caso, para los programas de enfermería desde la bioética, tener un marco referencial, teórico, epistemológico que con-fronte la realidad social, que sea sensible a la dimen-sión global de los problemas que existen en la atención en salud. Para algunos autores hace parte de la bioética la humanización en el proceso de aprendizaje, para que el estudiante aprenda a ofrecer un cuidado con visión y sentido transformador (2). La formación en bioética debe for¬talecer sus capacidades para procurar el bien-estar y la preservación de la dignidad del paciente, la comprensión de sus necesidades; sin distingo de su cul-tura (8) o condición social.
La bioética en la formación universitaria en salud, ha de transmitir sentido y compromiso con la vida, pues no se concibe un programa de salud que plantee un diálogo opuesto a esta premisa fundamental. Por ello se debe insistir en la recuperación de la unidad ontológica de la persona, Kottow sostiene que se deben desmitificar al menos cuatro esferas que desconstruyen y tipifican la identidad individual: 1) Desde la teoría de la evolu-ción de las especies hasta las actuales investigaciones neurocientíficas, que visualizan al ser humano como una “mónada biológica”, cuya disección alimenta la impersonalidad de la medicina-basada-en-la-evidencia ; 2) La recolección de bancos de datos, que simplifica a los individuos a ser ejemplares estadísticos; 3) Los de-terminantes socioeconómicos y concepción unilateral del ser humano; como el “homo sociologicus”, creado en unidades sociales indiferenciadas; 4) La tendencia de ver la bioética encantada con la “ética de una comu-nicación que nos transforma”, crítica que se le hecho a Habermas desde su teoría de la acción comunicativa (9).
Kottow citando a Mol A., analiza el trabajo etnográfi-co de esta, quien propone una distinción oportuna que permite reconocer las diferencias entre la lógica de de-cisión que predomina en el quehacer positivista y mer-cantilista de la biomedicina contemporánea, y la lógica de los cuidados, que ha sido trabajada ante todo desde el feminismo, sin desconocer que una bioética sin én-fasis en los cuidados es un academicismo estéril (Ver figura adjunta, adaptado de Mol y Kottow) (10).
Figura 1. Lógica de la Decisión vs Lógica de los CuidadosAdaptado de Annemarie Mol y Miguel Kottow
Lo anterior nos lleva de vuelta a algo muy importante para la esencia del quehacer enfermero, como lo es im-bricar la propuesta bioética y su contextualización, a la luz de los paradigmas emergentes en la profesión. Oli-vella sostiene que se requiere del fortalecimiento del discurso bioético desde la formación docente en bioé-tica para los enfermeros, ampliando el marco de refe-rencia y análisis en contenidos y metodologías, debido a que “el proceso de aprendizaje de la bioética debe ser continuo”, con el fin de que se desarrollen espacios para la discusión en las prácticas de enfermería, sobre la forma en que se enfrenta el alumnado a los derechos de las personas, en contraste con sus propios derechos en las situaciones que generan discrepancias, camino en el que reconoce tanto los Derechos Humanos, como los cuatro principios de la Bioética (beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia), además de los principios de la bioética social o de intervención (pru-dencia, prevención, precaución, protección), e incluso los de otras regulaciones como la Declaratoria de los Derechos de los Pacientes, inmersa en la ética del re-conocimiento según lo planteado por Levinas (11-12).
Albert Schweitzer dice: “El gran error de toda ética ha sido, el creer que debe ocuparse sólo de la relación del hombre con el hombre, porque el ser humano está en relación permanente con el ambiente y el resto de seres vivos que tienen que ser respetados y considerados en todas sus dimensiones.” En este sentido la realidad nos plantea diariamente múltiples y serios dilemas en la atención en salud, que enfermería debe ayudar a resol-ver mediante estudios y propuestas dentro de un equipo interdisciplinario y con la participación activa de la co-munidad para mejorar la calidad de vida de todos (13). Se requiere de una enseñanza en bioética en enferme-ría, que no desatienda su faro rector: “los sujetos de cuidado y el cuidado como arte, ciencia y compromiso ético”, reflexionar sobre los valores comprometidos en la profesión, los principios que la orientan, y sus cam-pos de intervención; constituyen quizá el mayor desafío que la bioética le plantea a la disciplina y su abordaje es una tarea que la academia debe promover.
Referencias Bibliográficas
[1] República Argentina: Ministerio de Relaciones Exteriores CI y. C. El contenido y el alcance del derecho al cuidado y su interrelación con otros derechos [Internet]. Nueva York: Organización de Estados Americanos; 2023 [citado el 31 de agosto de 2023]. Disponible en: https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/soc_2_2023_es.pdf.
[2] Aldana de Becerra Gloria Marlen, Tovar Riveros Blanca Elpidia, Vargas Yamile, Joya Ramírez Nohora Es-tella. Formación bioética en enfermería desde la perspectiva de los docentes. rev.latinoam.bioet. [Internet]. 2020 Dec [cited 2023 Aug 31]; 20(2): 121-142. Available from: https://doi.org/10.18359/rlbi.5063.
[3] Martínez M. Perspectiva epistemológica de la bioética. Polis Rev Latinoam [Internet]. 2004 [revisión 2020 nov. 25]; 7:1-19. Disponible en: https://journals.openedition.org/polis/6235.
[4] Morocho-Mazón, Martha-Yolanda; Rosero-Castro, Mirian-Giselle; Sinchi- Mazón, Víctor. Técnicas de apren-dizaje y enseñanza de la Bioética en la carrera de Enfermería de la Universidad de Guayaquil, Ecuador. Rev. Cubana Edu. Superior, La Habana; 39(1):e13. abr. 2020. Disponible en http://scielo.sld.cu/scielo.php?scrip-t=sci_arttext&pid=S0257-43142020000100013&lng=es&nrm=iso.
[5] Villarreal Cantillo E, Visbal Illera G. Dilemas éticos. Salud Uninorte [Internet]. 2013;29(1):113-123. Recu-perado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81728689013.
[6] Universidad el Bosque. ¿Sabes qué es la Bioética y por qué es importante? [Internet]. Edu.co. [citado el 31 de agosto de 2023]. Disponible en: https://www.unbosque.edu.co/blog-universidad-el-bosque/Sabes-que-es-la-bioetica-y-por-que-es-importante.
[7] Penchaszadeh VB. BIOÉTICA Y TECNOCIENCIA. Esc [Internet]. 15 de diciembre de 2016 [citado 31 de agosto de 2023];24(53):447-66. Disponible en: https://revistas.upb.edu.co/index.php/escritos/article/view/268.
[8] Valdez-Fernández, AL. Sentidos de la formación bioética de enfermeros en un contexto intercultural. Cul-tura de los cuidados [Internet]. 2020 [revisión 2023 agosto. 31];(57): 232-49. Disponible en: https://doi.org/10.14198/cuid.2020.57.16.
[9] Kottow M. Relaciones personales en el cuidado de la salud. Boletín Latinoamericano de Bioética [Internet]. el 10 de abril de 2019 [citado el 31 de agosto de 2023];29(18):3–5. Disponible en: https://acofaen.org.co/wp-content/uploads/2021/12/Boletin_Ei%CC%80tica_y_Enfermerii%CC%80a_No._29.pdf.
[10] Mol, Annemarie (2008). The logic of care: health and the problem of patient choice. London New York: Rout-ledge.
[11] Leiva, V. y Villalobos,B. (2014).Implementación de la bioética en la enseñanza de enfermería. Rev. Enferme-ría Actual en Costa Rica,27, 1 ‐ 21. http://dx.doi.org/10.15517/revenf.v0i27.15995.
[12] Olivella M. Formación en Bioética y ejercicio profesional de enfermería. Boletín Latinoamericano de Bioé-tica [Internet]. el 10 de abril de 2019 [citado el 31 de agosto de 2023];29(18):3–5. Disponible en: https://acofaen.org.co/wp-content/uploads/2021/12/Boletin_Ei%CC%80tica_y_Enfermerii%CC%80a_No._29.pdf.
[13] Cantos M. Enfermería y bioética, Sociedad Ecuatoriana de Bioética. https://www.bioetica.org.ec/articulos/articulo_enferm_bioetica.html.