EL
MICROCREDITO PROPUESTA PARA UN NUEVO PARADIGMA
Heriberto Mendoza de la Cruz
Universidad Autónoma de Chiapas
México
Líder del grupo de investigación gestión para
el desarrollo
INVESTIGACIÓN
Fecha de Recepción: 08 de
Julio de 2015
Fecha de Aprobación: 02 de
Septiembre de 2015
Resumen
La política de microcréditos a la gente pobre,
impactando las tres dimensiones: Bienestar económico, Derechos sociales y
Contexto Territorial, hasta hoy día no ha tenido impacto en la calidad de vida
de los beneficiarios en los aspectos esenciales y básicos, tales como una
alimentación digna. El esquema de microfinanciamiento debe de tomar un nuevo
cauce, que permita evitar la pobreza sistemática que hoy día nos agobia.
Abstract
The politics of microcredit
to poor people, hitting the three dimensions: economic, social rights and
Context Territorial, until today had no impact on the quality of life of
beneficiaries in basic and essential aspects such as adequate food. The
microfinance scheme should take a new path, which avoids systemic poverty that
now afflicts us.
Palabras Clave:
Calidad de vida, Microcrédito. Pobreza,
I
Introducción
La política
de microcréditos a la población ubicada en
pobreza,
impactando
las tres
dimensiones, contextualizadas en la
Ley General de
Desarrollo social: Bienestar
económico, Derechos sociales y Contexto
Territorial,
hasta hoy
día
no
ha
tenido un efectoen la calidad de vida de los beneficiarios en los aspectos esenciales y básicos, tales
como una alimentación digna. La inserción de capital fresco en el círculo económico a través de créditos, el cual tiende a producir riqueza, es una de las constantes que prevalece en todo modelo económico que se precie de llevar mejor calidad de vida a sus habitantes. En la India, esta situación la detectó el Dr. Muhammad Yunus, el cual instauró un modelo
de microcréditos que ha sido el detonante en el ámbito mundial de esta actividad, misma que
ha sido tomada como línea
estratégica en el combate contra la pobreza por parte de algunos
gobiernos, en
los
cuales está
incluido
México.
En
nuestro
país, esta
línea estratégica la ha tomado la Secretaría de Economía, instaurando diversos fideicomisos para
alentar esta
práctica, misma que ha otorgado
créditos desde
1998,
, tratando de potencializar el desarrollo
e incrementar la calidad de vida de sus
familias.
El
concepto de pobreza, se establece desde hace mucho tiempo, Seebohm Rowntree, a
principios del siglo
XX definió a las familias en situación de “pobreza primaria” como
aquellas “…cuyos ingresos totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas
relacionadas con el
mantenimiento de la simple eficiencia física” (Sen,
1992).
El
desarrollo tiene diversos elementos que lo limitan, entre los principales, sino es el que más, es la pobreza. Actualmente se han establecido diversas formas de medir la pobreza, dependiendo desde la perspectiva que se desee analizar, esto redunda en la no universalidad
y por ende en la regionalización del concepto pobreza; por ello establecía que “casi todo procedimiento
en la definición
del nivel
de subsistencia
de
la pobreza
puede ser
razonablemente cuestionado”.
(Rein, 1971)
Uno
de los criterios más persistentes que se asocian con la pobreza es la ausencia de
ingresos, tanto en la generación
como en el acumulamiento, sin embargo, en el transcurso
del tiempo, se ha establecido
que la definición de la pobreza es mucho
más
compleja.
II
Planteamiento
del problema
Para efectos de poder establecer una debida construcción de nuestro objeto de estudio
y pueda ser asequible
el proceso de investigación, tomaremos los elementos teóricos desde una
perspectiva de la totalidad, misma que está planteada en el Uso Critico de la Teoría, en torno a las funciones analíticas de la totalidad (Zemelman, 1987) , quien al hablar de una
realidad, establece representar como una totalidad dialéctica crítica, el fundamento de la
construcción del objeto
de
estudio, tomando
como eje transversal la
epistemología
dialéctica crítica lo
cual nos
puede acercar al conocimiento de
lo real, en términos
sencillos,
es una forma de organizar el pensamiento,
el siguiente Heurístico,
encuadrado
en la figura 1
se fundamenta en los elementos jurídicos que establece la Ley General de Desarrollo
Social:
Figura 1
Fuente: Elaboración propia
Bajo este proceso epistemológico, deberían los microcréditos
ser un elemento catalizador en el combate de la pobreza en Chiapas, sin embargo, los siguientes datos nos demuestran que,
en los elementos básicos y esenciales, en
nada se ha avanzado:
Según cifras del Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en
Chiapas de 2008 a 2010 hubo una disminución de la población en pobreza extrema en
Chiapas de casi
72,000
personas,
pasando
de
35.6
al 32.8%,
lo
cual
equivale
a
un
decremento de 2.8%,
esto según
los
resultados de la medición
las cuales
consideran factores de ingreso, rezago educativo,
acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación y grado de cohesión social. ( CONEVAL,
2011).
En
esta evaluación de la pobreza, según las cifras oficiales se redujo la incidencia de cinco de las seis carencias más notables, como el rezago educativo que pasó del 38 al 35%, el
acceso a servicios de salud del 52.2 al 36.5 por ciento, aunado al acceso a seguridad social que disminuyó del 85.4 al 82.4%, así como los servicios básicos de la vivienda que pasaron
del
36.3 al 34.1% y los espacios de la vivienda que cambiaron del 38.4 al 33.3%, lo cual contribuye a mejorar la calidad
de vida de los chiapanecos.
De
igual manera, se
observó una disminución
de la población
vulnerable por carencia social en un total de 113,300 personas, lo que significa una transformación favorable del 16.1 al
13.1%, mermando tres
puntos porcentuales.
Sin
embargo, ya analizando la perspectiva total del problema de la pobreza en Chiapas, los datos también arrojan cifras desoladoras: los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz, en el
sur de México, concentran los municipios con el
mayor porcentaje de la población viviendo
con
menos de 2,000 pesos al mes, en los cuales el 95% de esa población se ubican en una condición de pobreza. Un rubro del que las autoridades no opinó
fue el relativo a la dimensión de carencia al acceso de la alimentación, el cual se incrementó
de
manera
significativa: en 2008 existían 1 216 800 chiapanecos, sin acceso a una alimentación digna, a ser 1 460 900 chiapanecos en el rango de pobreza alimentaria, es decir que de un 26.2%
se brincó a un 30.3% de pobreza alimentaria, lo cual genera mucha incertidumbre sobre si
los avances generados en las otras dimensiones medidas, en realidad tienen un efecto directo
en los chiapanecos o solamente
son cifras que redundan
en aspectos
macroeconómicos sin impacto en la calidad de vida de los habitantes.
III
Definición y conceptualización la pobreza
Por
ello es importante establecer dos elementos de suma importancia en el proceso de
análisis de nuestro objeto de estudio:
la definición y la conceptualización de la pobreza. A
la pobreza la podemos definir como “la condición de menoscabo sistemático en los ámbitos
de alimentación, capacidades y de
patrimonio
que
incide
en lo físico, fisiológico y sicológico de los seres humanos, privándoles para ejercer sus derechos y
mejorar su calidad de vida”. La pobreza se conceptualiza como “la instrumentación metodológica con la cual
se establecen rangos de medición, añadiendo dimensiones las cuales nos permiten hacer asequible
su concepto”. En México, la conceptualización de la pobreza, de acuerdo a la Ley General
de Desarrollo Social la podemos contextualizar en
el siguiente esquema:
Figura 2
Fuente: Elaboración propia
La primera
dimensión que es
importante
conocer, en
el ámbito
de
aplicación
de
los
microcréditos, es la dimensión de bienestar económico, en el cual se buscará determinar lo referente a la resulta
del recurso en tener acceso a un ingreso percápita por encima a lo
conceptualizado como Línea de bienestar, la cual permite identificar a la población que no
cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para
satisfacer sus necesidades (alimentarias y no alimentarias). Y la línea de bienestar mínimo,
la cual permite
identificar a la población que, aun al hacer uso de todo su ingreso para la
adquisición de alimento, no puede
adquirir
lo
necesario
para
tener
una alimentación
nutritiva. Estas líneas de bienestar deben estar calculadas para zona urbana y zona rural
La segunda dimensión es la referente a los derechos sociales, la cual se enfoca a que toda
persona debe tener, como garantía
mínima, el derecho a prestaciones básicas tales como:
educación,
salud, seguridad
social, vivienda, justicia y alimentación.
La
ultima dimensión, la de contexto territorial, proceso en el cual el beneficiario, al recibir
el
microcrédito, se supone tiene efectos en algunas variables que reflejan el entorno donde vive
y se desarrolla
cotidianamente, redundando estos aspectos básicos, en mejorar los indicadores de calidad
de vida.
IV
Objetivos
Objetivo
General
Explicar la interacción
que
presenta en
el combate
a
la
pobreza en
Chiapas,
en sus dimensiones de bienestar económico, derechos sociales y contexto territorial, la utilización, en el actual arquetipo,
de los
microcréditos por parte
de la población
identificada en
pobreza y, en su caso, proponer un
nuevo paradigma.
Objetivos
Específicos
a)
Analizar la interacción que presenta en el combate a la pobreza en Chiapas, en la dimensión
de bienestar
económico,
con relación
a la
utilización
de
los
microcréditos por parte de la población identificada en pobreza.
b)
Analizar la interacción que muestra en el combate de la pobreza en Chiapas, en la esfera de los derechos sociales con la utilización de los microcréditos por parte de la población beneficiada ubicada en el rango
de
pobreza.
c)
Analizar la interrelación que presenta en el
combate a
la pobreza en Chiapas,
en
el espacio de contexto territorial, con respecto a la utilización de los microcréditos por parte de la población identificada en
pobreza
V
Hipótesis
En
el presente estudio
se estableció
la siguiente hipótesis:
Los usuarios de microcréditos
en el
Estado de Chiapas, reflejan un
efecto en la disminución de la pobreza en los ámbitos de bienestar económico, derechos sociales y contexto territorial
en la aplicación de
los recursos obtenidos
VI Universo y muestra
El
universo sobre el
cual
se
desarrolló
el estudio
son
los
118
040
beneficiarios de microcréditos
en el año 2010, los cuales fueron integrados por las 4 financieras de mayor presencia en
los
municipios en
los
cuales se habrá
de
aplicar
el cuestionario, dichas financieras se
analizan en
el cuadro
1 son:
financiera |
clientes
de microcredito |
fommur |
29 785 |
compartamos
banco |
47 500 |
financiera independencia |
31 650 |
banchiapas |
9 105 |
total |
118 040 |
Cuadro
1 Fuente: Elaboración propia
La
muestra se calculó con
base en la siguiente fórmula:
n = N
Nd² + 1
Dónde: n = muestra
N
= Universo
D
= precisión (*)
( * ) La precisión es el margen de error permitido y el intervalo de confianza. Los márgenes de
error son: 1 %, 5 %, 10 %.
Para calcular la muestra de nuestro universo que está compuesto por 118 040 beneficiarios,
lo realizaremos con los siguientes elementos:
a) con un margen de error del
5 %.
n = 118 040
n = 118 040__ n = 399
(118 040) (0.05)² + 1 296.1
VI Resultados
Bajo el esquema anterior, integrando las tres dimensiones que conforman, de acuerdo a la
Ley General
de Desarrollo Social, el
ámbito de pobreza y el perfil inicial del
beneficiario de los recursos, podemos
establecer
de
manera puntual que los microcréditos
no
son otorgados a personas en condiciones de pobreza, sino, por el contrario, se configura el que solo a personas
con solvencia económica y un ingreso constante es susceptible de obtener el
beneficio del
otorgamiento
de dichos recursos.
Por
lo anterior expuesto, podemos establecer dos espectros:
a)
El establecido conforme al
perfil del beneficiario actual de los
microcréditos y
b) El establecido conforme al perfil que debe tener una persona en pobreza con base en
los lineamientos establecidos por
el CONEVAL
Esto nos da una idea clara, que los dos perfiles no son coincidentes con la política de
otorgar microcréditos
a las personas ubicadas en pobreza. Lo anterior lo podemos analizar
en el
siguiente cuadro:
PERFIL GENERAL DEL BENEFICIARIO
DEL MICROCREDITO |
|
SEXO |
FEMENINO |
ESTADO
CIVIL |
SOLTERA |
RANGO DE EDAD |
36
AÑOS |
ACTIVIDAD |
AMA DE CASA
O NEGOCIO |
ANTIGÜEDAD
DE UTILIZAR LOS MICROCREDITOS |
3
AÑOS |
I.
PERFIL COMPARATIVO DE LOS BENEFICIARIOS DE MICROCREDITOS Y DE LAS PERSONAS EN POBREZA |
||
CONCEPTOS |
BENEFICIARIO DEL MICROCREDITO |
PERSONA EN POBREZA |
A) ESPACIO DE
BIENESTAR ECONÓMICO |
|
|
I. INGRESO
CORRIENTE
PER CÁPITA; |
ENTRE $ 3 545 Y $ 5 317 |
$2,114.00 |
B) ESPACIO DE DERECHOS SOCIALES |
|
|
II. REZAGO ED.
PROMEDIO EN EL HOGAR |
NO
CONTIENE |
DEBE CONTENER |
III. ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD; |
NO
CONTIENE |
DEBE CONTENER |
IV. ACCESO A LA SEGURIDAD SOCIAL; |
NO CONTIENE |
DEBE CONTENER |
V.
CALIDAD Y ESPACIOS DE LA VIVIENDA; |
NO
CONTIENE |
DEBE CONTENER |
VI.
ACC A LOS SERV. BÁS EN LA VIVIENDA |
NO
CONTIENE |
DEBE CONTENER |
VII.
ACCESO A LA ALIMENTACIÓN, Y |
NO CONTIENE |
DEBE
CONTENER |
C) ESPACIO DE
CONTEXTO TERRITORIAL |
|
|
VIII.
GRADO DE COHESIÓN SOCIAL. |
NO CONTIENE |
DEBE
CONTENER |
Cuadro
2 Fuente: Elaboración propia
VII Propuesta del
Nuevo
Paradigma
Se
torna imprescindible
retomar algunos puntos específicos analizados en el marco teórico, respecto al establecimiento de los paradigmas a que hacía referencia Thomas Kuhn, para
referirse a las ciencias duras y que la ciencia no es acumulativa, sino que cambia a través de
rupturas o revoluciones científicas (Barba,
2006).
En
nuestro caso
específico, se demostró en
el capítulo
anterior, que los actores del
microcrédito, son
disímbolos entre sí: el paradigma utópico de los microcréditos debe
enfocarse a proveer de recursos financieros a los individuos situados en pobreza (actor 1),
sin embargo, el paradigma formal, el que prevalece en la actualidad, es proporcionar dichos
recursos financieros a aquellas personas que no se ubican en ese umbral de pobreza ( actor
2).
La
presente propuesta se sustenta en los hallazgos de la revisión bibliográfica y en los resultados obtenidos
en el
desarrollo
de la presente investigación.
VII Descripción conceptual del
paradigma
En
este orden de ideas, se establecen los
elementos
paradigmáticos sobre los
cuales versaría el
otorgamiento para
la
utilización
de
los
recursos
provenientes
de
los microcréditos, logrando con ello un efecto en la reducción de la pobreza. Los elementos teóricos respecto
de la
definición
y conceptualización
de
pobreza son inamovibles,
ya que
están fundamentados en la Ley General de Desarrollo Social y en los Lineamientos y Criterios
Generales
para la Definición,
Identificación y Medición de la Pobreza, por lo que se
procede a describir
conceptualmente los elementos
paradigmáticos que la integran:
a)
Instrumentación Del Microcrédito:
En el transcurso de la presente investigación, se revisó documentalmente las características de
instrumentación de los microcréditos
de cada empresa oferente de recursos. Este proceso
donde se revisa la integración del
“prospecto” aprobado
para
ejercer la operación
autorizada, se ratifica la
información necesaria para instrumentar al cliente, así como se
construye el contrato estándar bajo los productos estándar o “términos y condiciones”
especiales de operación,
donde se pudo observar que se encuentra diametralmente opuesto
con la conceptualización
de lo que, de acuerdo a CONEVAL,
es una persona en pobreza.
Por ello, es necesario estructurar una nueva forma de instrumentar el microcrédito,
con el objeto de ubicar los recursos entre la gente pobre y reducir los índices de pobreza que se tienen en
la actualidad.
b)
Marco Jurídico Y Justicia:
La investigación
realizada en campo
y con la literatura consultada al respecto
de los
microcréditos,
demuestran que en México (al ser las Leyes y su marco regulatorio de aplicación Federal) y en Chiapas (al ser el Código Civil de aplicación Estatal) existen actualmente deficiencias en cuanto a ordenamientos jurídicos y marcos regulatorios que
garanticen, encuadren y
regulen el quehacer y la operatividad de las instituciones dedicadas al
otorgamiento de los microcréditos.
No
podemos obviar que en la actualidad, un elemento catalizador de la economía, es un
sistema financiero sano, sin embargo, es donde la dicotomía de fin del microcrédito pierde
esencia, al favorecer los actuales ordenamientos jurídicos solamente a las dependencias y
empresas que otorgan microcréditos,
no teniendo acceso a la justicia la persona ubicada en pobreza.
c)
Educación Financiera
Básica:
En general se establece que el nivel de educación es determinante del nivel de ingresos y en muchas ocasiones se propone incrementar el nivel de educación como la única medida capaz de producir la movilidad social deseada. Pocos son los detractores de la idea de una
educación generalizada y del
impacto positivo que esta podría tener sobre el nivel de pobreza de las
familias.
La educación
financiera
básica
debe
enfocarse
a
potenciar
las habilidades y crear conciencia en el manejo de los
recursos, tanto los
obtenidos por los microcréditos, como
los generados.
d)
Acompañamiento Del
Microcrédito:
Es
necesario caminar, antes, durante y después de la aplicación de los recursos, con los
beneficiarios de los microcréditos; se debe establecer estratégica y prioritariamente hacia donde irán dirigidos y sobre todo, la aplicación de manera solidaria y no unilateral, como se
ha venido dando en la actualidad.
Este punto en
específico,
se
establece con
una debida
interrelación de los tres
ejes
propuestos con anterioridad, ya que este es el momento, en el horizonte del microcrédito, que
podemos catalogar como
el punto
esencial donde la
operacionalización del
microfinanciamiento se vuelve tangible y
debe rendir frutos que permee las dimensiones de
pobreza.
VIII Contextualización del nuevo
paradigma
En
el punto anterior se describió el marco conceptual de cada una de las aristas que habrán de fundamentar
el nuevo paradigma
para la instrumentación de los microcréditos para el
combate a la pobreza en
Chiapas,
por lo que, se procede a contextualizar este nuevo
paradigma, interrelacionando el estado actual del microcrédito y la pobreza en Chiapas, con los vestigios
encontrados en
el proceso de
la presente investigación:
a)
Instrumentación Del Microcrédito
Esta dimensión,
fundamentada en un marco jurídico coherente, debe ser el instrumento a
través del cual se canalice de manera adecuada, los recursos vía microcréditos. En primer
término, este proceso debe ayudar a identificar a los usuarios que se ubiquen en situación
de pobreza
y
considerarlos
idóneos para
ser beneficiarios de los microcréditos,
para
posteriormente identificar afinidades y
canalizarlos en proyectos productivos, los cuales reditúen beneficios que sean encauzados adecuadamente e impacten en las esferas sensibles que
permitan reducir los márgenes de pobreza que actualmente prevalecen.
El
espectro que se debe
adecuar
para
cumplir las
condicionantes
de
pobreza
son
los
siguientes:
1. Ubicar a través de un estudio socioeconómico
su condición de
pobreza y,
2. Canalizar las
necesidades a través
de
proyectos
productivos.
Como se estableció en el marco teórico, una persona en pobreza es “aquella que presenta al
menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades” (LCGDIMP,
2010), por lo que la instrumentación debe
enfocarse
a
estructurar esos
elementos que
conceptualizan
la pobreza:
En
el cambio paradigmático, anteriormente
solo se les
otorgaban
microcréditos a las
personas que no se ubicaban en este espectro
de
pobreza, que
tenían una forma de vida libre
de carencias y con un ingreso
constante, arriba de la línea de bienestar, en este nuevo esquema,
es precisamente a este
tipo
de
personas
a
los
que
debe otorgárseles dichos
recursos.
En
lo referente
a
la
canalización
de
los
microcréditos, debe realizarse
un
trabajo
de esquematización
de
las necesidades y,
afiliando atipicidades, tipificar las
carencias y priorizarlas, otorgándose
los recursos a proyectos productivos enfocados a mantener un
ingreso constante, en primera instancia, satisfacer necesidades básicas de la comunidad, en segunda
instancia
y, finalmente, introducir los
beneficios
o
rendimientos
a
rubros
específicos que permitan producir más riqueza e invertir en los
aspectos familiares que
ayuden
a reducir la pobreza.
Figura 4
Fuente: Elaboración propia
Lo planteado,
instrumentándolo adecuadamente, debe
de
estructurar una adecuada canalización de los recursos,
detonando
lo
que
desde un principio debe
ser la causa fundamental de los
recursos vertidos:
el combate a la pobreza.
b)
Marco Jurídico Y Justicia:
Aunque en la actualidad existe
normatividad que regula la operación de las instituciones, ya sean
públicas o privadas,
que
otorgan microcréditos, cierto es
que en
su
operación
aprovecha argumentos legales que
le permiten cobrar tasas de interés exorbitantes, no
dejando
lugar para la justicia a los usuarios de
los
microcréditos; por ello,
se
torna necesario
el desarrollo
y
crecimiento ordenado
para la masificación
de
los
servicios
financieros a las personas ubicadas en pobreza y dependerá del respaldo
que el gobierno
otorgue en materia de una legislación y regulación prudencial adecuada, que permitan conformar una industria de microfinanzas creciente, sostenible, que apoye
a
estos segmentos pobres, informales, ubicados en lugares apartados, para con ello contribuir a tener una mejor calidad de vida.
Por
ello, es importante se promulguen leyes encaminadas específicamente a regular el microcrédito,
ya que, si bien la Ley de Ahorro y Crédito Popular es la normatividad más
importante que en la actualidad rige el sector de los créditos populares, cierto es también
que no abarca lo relativo a los microcréditos, los cuales, al ser un tema amplio,
debe promulgarse una ley específica, al estar direccionado el mercado meta a la población
ubicado en el ámbito
de pobreza.
De igual
manera,
debe
establecerse un ordenamiento
jurídico
que
dé
vida
a
una
procuraduría que dirima las controversias suscitadas entre los usuarios de los microfinanciamientos y los organismos que los otorguen, a efectos de procurar justicia a
ese
segmento de la población.
Figura 5 Fuente: Elaboración propia.
Los ordenamientos
jurídicos
que
emanen del
proceso
legislativo
deben
atender, como
mínimo los siguientes
elementos:
1) Marco regulatorio federal.
Establecer un ordenamiento
a
nivel federal
que regule
exclusivamente a las
personas físicas
o morales que realicen
contratos por microcréditos con
interés.
2) Requisitos
de los contratos registrados ante la Procuraduría Federal para los
usuarios de microcréditos.
Verificar
y fortalecer
la
observancia de la Ley Federal de Protección a los usuarios de los microcréditos y de las normas oficiales mexicanas que se emitan al
respecto, para brindar una mayor seguridad
jurídica y transparencia al usuario.
3) Estricta observancia de la Ley.
Sea la Secretaría de Hacienda y Crédito Público quién otorgue permisos para
operar como organismo dispersor de microcréditos, previa evaluación y pago de derechos,
que
dará seguridad
jurídica al usuario.
4) Fijar topes a las tasas de interés
Con
el fin de evitar abusos o fraudes a los usuarios, se establezca una tasa de interés máxima mensual.
5) Obtención de
un microcrédito
a través de un estudio socioeconómico.
Con
el fin de ubicar a la persona en su justa dimensión de pobreza, se realice un
estudio socioeconómico que permita evaluar su situación actual...
6) Vigilancia y sanción por parte de la Procuraduría Federal de los usuarios de
microcréditos.
La
vigilancia del cumplimiento de la Ley y las sanciones correspondientes serán
facultades exclusivas
de la Procuraduría Federal
de
los usuarios de microcréditos,
pues son atribuciones previamente concedidas por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público.
Con
lo anterior plasmado, se puede establecer de manera gráfica ésta arista del cambio
paradigmático referente al ámbito
jurídico a través de la siguiente imagen:
Figura 7. Fuente:
Elaboración propia
c)
Educación Financiera
Básica
Con un marco
jurídico
establecido,
aunada a una debida
instrumentación para el
otorgamiento del microcrédito, hace falta establecer la dimensión referente a la educación financiera básica.
El
aspecto toral de este tipo de educación es el adecuado manejo de los recursos otorgados.
Como se observó en el resultado de las encuestas, los recursos que se obtienen en su mayoría son destinados a
subsanar necesidades primarias,
tales
como alimentación,
educación y pagos de pasivos; en el establecimiento de este nuevo paradigma, el enfoque
de la capacitación, debe poseer una tendencia de concientización del manejo adecuado de
los
recursos y el cambio paradigmático que dicho recurso debe retornar con un respectivo interés.
Aunado a lo anterior, la capacitación debe colocar escenarios alternos para el manejo adecuado de
los rendimientos y su efecto
en las esferas.
Adicionalmente, es necesario establecer, que las organizaciones dispersoras de
microcréditos, sean públicas
o
privadas,
sean
las que otorguen
este
programa de capacitación.
La
esquematización y réplica de estos cursos, deben de ir enfocados no solo a una persona, sino
al grupo social beneficiado con los recursos, de tal manera que, entre las mismas personas participantes del proyecto, tengan plena conciencia de la participación individual y su
importancia para los resultados del
grupo.
A
continuación
se presenta esquematizado
el proceso
de esta dimensión, en el nuevo
paradigma:
Figura 8 Fuente: Elaboración propia
d)
Acompañamiento Del
Microcrédito.
El otorgamiento de microcréditos
no debe establecerse como una dispersión sin corresponsabilidad por parte de la entidad otorgante. Se observa, que el mercado meta, son personas ubicadas en pobreza, donde las necesidades urgentes y básicas no dan lugar a un
razonamiento
mesurado al momento
de canalizar los recursos.
Por
ello, es imprescindible, para que las otras 3 dimensiones del nuevo paradigma puedan concretarse de manera formal y tangible se establezca un acompañamiento constante con el
beneficiario del
microcrédito
Por ello,
es importante que se dé un acompañamiento durante
todo
el proceso del microcrédito, el
cual
debe constar de 3 etapas:
1)
Gestión del recurso: en
donde
se
acompañe en
todo
el proceso
de tramitología
y
definición del proyecto en que se habrá de invertir. Se deberá conciliar los intereses y
analizar cuales inversiones tienen un beneficio comunitario y de mayor impacto en crear pilares
que coadyuven en el combate a la pobreza.
2)
Aplicación del recurso: El acompañamiento deberá enfocarse a invertir adecuadamente
el
recurso, no solo el otorgado, sino el que se genere día a día, a efectos de poder estar en condiciones de tener los elementos básicos de información financiera que se requieran. Este acompañamiento, además, debe ser otorgada por personas que tengan visión periférica de negocios y asesorar a los beneficiarios
para detectar áreas
de oportunidades.
3)
Rendición de cuentas:
al ser
los
microcréditos individuales, pero de otorgamiento
solidario a proyectos
estratégicos,
es imprescindible
se
manejen los
recursos
con transparencia y un espíritu de rendición de cuentas, no solo hacia el grupo solidario, sino en
un acto de constricción con ellos mismos
en su ámbito personal.
Es importante ligar aspectos endógenos que permitan tener información sobre el efecto en la disminución de la
pobreza que se haya tenido.
Estos tres ámbitos en el acompañamiento de los microcréditos,
es el elemento catalizador de
este proceso, y su enfoque sistémico hace se tengan la información de los resultados de
manera constante y evita que los recursos se enfoquen en masas poblacionales que no son ubicadas en
pobreza.
Figura 9 Fuente: Elaboración propia
Con
la aplicación de estos 4 elementos paradigmáticos, se puede inferir que el manejo de los recursos provenientes de los microcréditos será eficaz y eficiente, ya que se cumplirá
con
el objetivo de combatir frontalmente a la pobreza y, el manejo de los recursos será el
adecuado.
IX
Conclusiones
El combate a la pobreza no se circunscribe únicamente al otorgamiento de recursos, ya sean materiales o monetarios. De igual manera, el microcrédito debe tener un espíritu enfocado a
ser generador
de
riqueza, agente detonador de mejores condiciones
de
vida
y
no
lo
contrario: un elemento explotador y precursor de menores capacidades generadoras en la calidad de vida.
El
tema del combate a la pobreza actualmente tiene un lugar importante en las agendas de
gobierno, en cualquiera de sus tres niveles, y aunque en la actualidad existe
toda una infraestructura normativa
y
operacional
para identificarla,
conceptualizarla,
medirla
y
confrontarla, poco
se ha podido hacer en
la disminución de la misma.
Actualmente existen 273 programas federales y 2 391 programas estatales para el combate a la pobreza en México según el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL, 2012) y aun así, no se observa un efecto de mejoría en la calidad de vida de los mexicanos, por el contrario, el número de pobres en México, de
2008 a 2010, aumentó 3 155 millones de
personas, ubicando la cifra hoy día en 51 993 millones de mexicanos ubicados en pobreza;
en
Chiapas son 3.778 millones de pobres, siendo estas cifras alarmantes, ya
que a nivel
nacional el 46.2% de la población es pobre y en Chiapas el 78.4% de la población están
ubicados en pobreza (CONEVAL,
2011)
Una
directriz a atenderse es la enfocada a la generación de ingresos y esto, solo puede
lograrse a través de mecanismos que permitan integrar en una dinámica productiva a los grupos
ubicados en
el ámbito
de
pobreza; con
esta medida, la participación
de
los programas sociales, complementarán el incremento
en la calidad de vida de las personas pobres
de nuestro país.
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